Fruto de las tierras graníticas de la Sierra de la Paramera y sus cristalinas aguas, nacen estos caldos afrutados con mucho cuerpo y personalidad.
Su nombre proviene de un antiguo acueducto romano cercano que regaba las fincas colindantes y que todavía sigue en pie, aunque en desuso.
Desde el año 1988 la familia lleva cuidando con mimo sus cepas centenarias para sacar lo mejor de ellas.
Empezamos a podar
Abrimos cepas para limpiarlas de malas hierbas
Celebrando San Isidro 2022
Ya se ven las uvitas
Vaya gozada de vistas
Ya empieza el colorido que activará los sentidos
A doblar el lomo…
¡¡Para casa!!
Pisado de uvas
A ver qué tal va…
Sacando los hollejos para hacer aguardiente
Empezamos el embotellado